A medida que creces, te planteas si podrás vivir ganándote la vida justamente haciendo eso que te gusta. Esto te lleva a definir tu posible futuro cuando aún eres estudiante y analizas qué posibilidades existen de que sea así.
Sin embargo no puedes perder de vista la realidad y debes comprender que algún día deberás trabajar, ganarte la vida y, a ser posible, formar una familia a la que no puedes definir cómo quieres que sea.
En mi caso, este planteamiento me llevó a estudiar Física. Como las Matemáticas no se me daban mal, tampoco resultó un problema, más bien al revés.