La abeja Abelina
Abelina era una abeja muy particular, tenía dos grandes manías, diferenciándose de todas las demás compañeros de la colmena, una que era muy coqueta corta de vista y tenía que usar gafa que no se las ponía, por lo que le traía grandes problemas la falta de visión y la segunda que solo le gustaban las flores de un color.
Todas las abejas de la colmena hacían una miel riquísima de mil flores, Abelina la hacía solo de cien flores pero todas exclusivamente amarillas, por lo que le costaba el doble trabajo encontrarlas, tenía que volar más para elegir la que quería.
En primavera no tenía ningún problema pues eran muchas las que habían, comenzado por los herguenes que son los primeros que florecen, antes que los vinagrillos con sus campanillas amarilla limón y sus hojitas verde brillantes, que nacen donde hay tierras removidas pues no son delicados. Crecen en los bordes de los caminos, carreteras, también en zonas salitrosas, no busca ningún tipo de terreno crecen en todas partes, en los vallados hay chumberas con la flor amarillas en sus púas y frutos con las flores de ese color. La acacia o falsa mimosa con su flor en racimos algodonosos, cubriendo de su color amarillo todo aunque es una planta invasora que se propaga fácil y rápidamente. La retama amarillas que a diferencia de la blanca que crecen en racimos colgantes, esta crecen erguidas señalando hacia el cielo.
Si iba por la ciudad ya comenzaban lo problemas todos lo que veía inmóvil de color amarillo se acercaba para comprobar si era una flor, ya que esta no cambia de lugar ya fuese las líneas de zona de aparcamiento especial, el borde un paso de peatones los buzones de correo y las rotonda, buscando los arboles con esa flor, que ponen como ornamentación y para sombras en las calles, los carteles de estáticos de anuncio como la M del mcdonald´s que la eme es de este color se acercaba si chocaba con él para comprobar era por su problema de visión y no usar la gafa. En las carreteras, cuando estaban en obras las líneas pintada en el suelo de amarillo y los discos de circulación mientras dura el trabajo.
Cuando encontraba un jardín se ponía muy contenta porque allí podía elegir las flores entre todas las que habían, caña de india, rosas, primavera, maravillas, que también sus pétalos se utilizan para sopas y las margaritas aunque la preferida era la salvaje la que tienes los pétalos también del mismo color, tulipanes, captus de diferente especien, ya que son mucho los que tiene las flores de este color ,con la lantana como otra flores de colores mezclados, tenía que hacer equilibrio para no tocar otro color por su manía.
En el verano crecían los jaramagos en terreno baldío, en los tejados viejos de las casas de los pueblos y grietas de las paredes.
En invierno ya era más problemático florecían pocas, al haber menos tenía que recorrer largas distancias volado y volado cada vez se separaba más del la colmena, con el frio y el gélido viento, ya exhausta sin fuerza sin poder más cayo a la nieve y allí se quedo.
AMOR Y DESAMOR
Estoy muriendo de amor, que triste es esta condena
sintiendo tan grande pena, de notar tu desamor.
Amr que, ome llenas tanto con verte yo me conformo
pensando que allá en el fondo, la cuestión no cambia tanto.
Rencor no te guardo amor, espero que me comprenda
solo me queda el temor, de recordarte en las penas.
El amor que profesaba, que tantas veces dijiste
hoy me siento yo tan triste creyendo que tú me amabas.
Con cariño y comprensión, eras como me trataba
más yo nunca decidí, sabiendo que me adoraba.
Cuidarme toda la vida, fueron siempre tus promesas
más cual no fue la sorpresa, cuando vi que no eran ciertas.
Son tantas cosas bonitas, las que me dijiste antaño
que hoy me hace tanto daño, al quererla recordar.
La ausencia que me dejaste, Como la mar que no lleva
las olas ala orilla seca, solo queda soledad.
Es tan profundo este amor, el que me consume tanto
sumido en amargo llanto, que me llena de pavor.
Que triste los besos últimos, que por pena tú me distes
caricias roces y abrazos, sabiendo que querías irte.
El puñal que me clavaste, en el fondo de mi entraña
el tiempo cierra la herida, la cicatriz quedará.
No merezco yo esta pena, ni vivir en la agonía
ni sufrir esta condena, que me dura todavía.
La cama siento vacía, cuando extiendo yo mi mano
buscando tu cuerpo en vano, para poderlo rozar.
Mi amor es pura locura, para poderlo olvidar
me lo tomo con mesura para poderlo alargar
.
Esta opresión en mi pecho, es como un hierro candente
Que se me clava derecho y se me nubla la mente.
A Boabdil le dijeron, llora ahora tú las penas
Ya que muchos te advirtieron, que cuidaras y defendieras.
Con la ilusión que me hacia, compartir así la vida
con cariño y compresión, contigo era toda mi razón
No siento sangre en las venas, yo no la noto fluir
se me ha quedado cuajada estoy es un sin vivir.
El alma siento vacía, no hay sitio en mi corazón
para olvidar este amor que me llena todavia.
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