OBSELESCENCIA PROGRAMADA Y RASTRILLO SOLIDARIO 2016
El otro día, cuando llegue a mi casa del centro de día, tan feliz, sin ninguna preocupación, mi madre me dijo:” niño, la… está rota”.
Lo que hay en los puntos suspensivos no es lo verdaderamente importante lo que importa es la palabra ROTA, que tendría que llamarse “MARRÓN GORDO”.
Se me avecina un problemilla gordo, pesado y molesto. Ese mismo día mi profesor de informática nos dijo “los aparatos electrónicos tienen una caducidad, hay un video en internet que lo explica todo”. Entre nosotros -que puntería tiene, no tendría que llamarse Juan, pero si Nostredamus. - fue llegar a mi casa y la nevera rota, ahí empieza mi historia.
Ponte a ver marcas y cuando ya he elegido una, la garantía o el precio no se adecuan a lo que yo estoy buscando. El centro comercial de turno no tiene ese producto, pero tiene uno muy parecido, pero no tiene el mismo precio (a otro sitio a buscar). Ahora toca en una tienda, agotada, en fin… paciencia.
En mi anterior post me comprometí a decirle a una antigua compañera, Sandra, el día y la hora del mercadillo, si en el fondo soy como PAPANOEL, llevo la alegría a todo el mundo:
Una cosa muy importante que quiero que lo tenga todo el mundo en cuenta.
Desde que aparecí en el video de la fundación Once me considero una persona muy importante (eso dice mi mama), por este motivo y desde este momento se terminó eso de “el ruedas” a partir de ahora Ilustrísimo SR. D. El Ruedas.