De vuelta a España
De vez en cuando me escapaba del trabajo y me iba a jugar al fútbol con los amigos a sitios desiertos. Empecé a trabajar con 12 años en la capital de Buenos Aires.
Más tarde, mi madre se puso enferma y tuvimos que regresar a España, después de 7 años viviendo allí. Mi padre tuvo que venderlo todo y regresar a España. Con ese dinero pagó 6 pasajes en barco y le quedó dinero para comprar un piso en España y sobrevivir. Al principio vivimos en casa de mi abuelo, hasta que encontramos trabajo todos y mi padre compró el piso.
Fue curioso darnos cuenta al volver que nuestra forma de hablar era diferente. Allí se habla diferente el Español. Al principio se reían de nosotros, por nuestro acento y el deje de nuestras palabras. El acento y la forma de hablar es algo que se pega muy fácilmente y tú no te das ni cuenta.